
«Cuando se escribe una obra de estas dimensiones, una obra que refleja toda la creación, uno se convierte, por así decirlo, en un instrumento del universo.»
(GUSTAV MAHLER)
Como es costumbre en tí, apreciado Mahler, cuando abres la boca casi siempre la clavas. Son muchísimas tus predicciones y afortunadamente para tí, siempre cumplidas.
Nadie en el mundo antes de 1895 había escrito una sinfonía que durase 100 minutos, con tu Tercera te conviertes en la excepción sinfónica de aquellos tiempos.
Hubo un momento de tu vida, cansado de tanto fracaso según los críticos de la época que tuviste la osadía de decir: «llegará el día en que mis sinfonías llenarán auditorios con miles de personas.» Ese día hace bastante tiempo que llegó y se quedó porque hoy por hoy anunciarte en la fachada de una sala de conciertos es motivo para que las localidades se agoten en cuestión de minutos.
En febrero 2010, como preludio de los actos del primer centenario de tu muerte (15/5/1911) tuve la fortuna de oír-ver tu Tercera sinfonía en un marco que a tí, personalmente, te encantaba: la sala Concertgebouw de Amsterdam (catedral de la acústica por excelencia) y fue tan impresionantemente positiva la sensación que recibí que desde entonces me tienes atrapado hasta el punto de parecerme corta. Cierto es y lo sabes porque lo viviste con la Royal Concertgebopuw Orchestra que, aquellos músicos tan prestos y eficaces para interpretar tus obras siguen en la actualidad en la misma línea de profesionalidad y exquisita musicalidad.
A estas alturas, habrá deseosos de conocer de qué va tu Tercera sinfonía y para ello el que mejor lo puede explicar es su autor que eres tú: en una carta que escribiste a tu amante Anna von Mildenburg le decías:
«¡Mi sinfonía será algo que el mundo todavía no ha escuchado! ¡Toda la naturaleza encuentra en ella una voz para relatar algo profundamente misterioso, algo que tal vez únicamente presintamos en sueños! Te diré que ciertos pasajes casi me asustan. He llegado a preguntarme si realmente había que escribirlos.»
Claro que había que escribirlos querido Gustav aunque le pesara a muchos de los que te rodeaban, tú, mejor que nadie sabías que todo arte tiene que evolucionar y tus obras, todas, son una constante evolución que rompieron con los moldes anteriores a tu presencia.
La estrenaste en Berlín, el 9 de marzo de 1897 y tu, personalmente la dirigiste pero únicamente los movimientos: segundo, tercero y sexto. Se cuenta que los silbidos que recibiste casi consiguen apagar los débiles aplausos y, al día siguiente la prensa alemana te tildó de farsante, sin imaginación ni talento e incluso y cómo no! de judío.
En 1902 en Krefeld fue interpretada pero ya íntegramente (los 6 movimientos) y fue el adagio y misterioso final (titulado: Lo que nos dice el Amor) el que conquistó a toda la audiencia, esos 30 minutos finales que personalmente a mí igualmente me conquistaron en la sala del Concertgebouw sin poder, hasta la fecha, salir de esa conquista que me hiciste.
Escrita para gran orquesta, en las voces una Mezzo, coro de niños y coro de mujeres y un solista de excepción instrumental el posthorn que junto al primer trombón tienen un papel impresionante.
Dotaste a tu magna sinfonía de 6 movimientos con sus correspondientes títulos: «Lo que me dicen las rocas», «Lo que me cuentan las flores del prado», «Lo que me cuentan los animales del bosque», «Lo que me cuenta la noche», «Las campanas matinales» y «Lo que me dice el Amor».
Anécdota verídica: «Gustav invitó a un amigo a la interpretación de su Tercera y fue a la estación de tren a recoger a su amigo, cuando éste bajó del tren, quedó alucinado por la belleza de la naturaleza del lugar; Mahler le dijo: en mi Tercera sinfonía encontrarás todo esto así que vamos.»
Dedico este post a Macias Navarro porque en 10 meses tendrá la oportunidad de enfrentarse a esta obra en dos ocasiones diferentes: la primera el 12 de agosto 2023 en Lucerna actuando con su orquesta como primer oboe (Orquesta del Festival) de la que es solista desde 2006 y la segunda el 28 de junio 2024 en Oviedo dirigiendo a la OSPA/OVIEDO FILARMONÍA
Existen excelentes versiones algunas en youtube, personalmente me encantan las de Bernstein con Viena Filarmonic, Abbado con la Festival de Lucerna y Mariss Jansons con la Royal Concertgebouw Orchestra.
Caluroso julio 2023