SEAMOS JUSTOS!

Algunos fueron los que en la corta vida de MAHLER lo tildaron con absoluta arrogancia de déspota.

Su alto concepto sobre el perfeccionismo artístico lo convirtió en un profesional muy exigente cuando de dirigir orquestas se trataba.

En la época esta exigencia no gustaba a los músicos porque suponía esfuerzo y mucho tiempo en el ensayo.

Ellos entonces eran los primeros en difundir una imagen despótica del Director/compositor.

Pero, en cambio nadie o casi nadie le reconocía sus momentos de gran humildad profesional.

Prueba mi afirmación el comentario que GUSTAV le hizo al famoso director OTTO KLEMPERER:

“Si cuando muera ves que algún pasaje de mis obras no suena bien, cámbialo. Debes hacerlo como una obligación.”

No conozco ningún compositor que haya autorizado el cambio de algo en su obra y muchos de ellos saben que hay aspectos que se podrían mejorar.

Por ello pienso que debemos ser prudentes al realizar calificaciones que pudieran no ser justas.

Invierno 2024

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