
No es la primera vez que acudo a SCHUBERT en el blog y amenazo que posiblemente tampoco será la última.
Hace ya medio siglo que me atrapó y a el recurro con notable frecuencia porque toda su música [unas 1500 obras] de todo tipo: sinfonías, cuartetos, trios, sonatas, misas, canciones, marchas, fantasías, quintetos, etc, me apasionan y de alguna forma me alegran la vida.

Schubert, austriaco, nació en Viena en 1797 seis añitos después de la muerte de Mozart [1791] y 27 años después del nacimiento de Beethoven [1770] estos datos, evidentemente ocasionales, resultan muy importantes para su carrera porque durante su corta vida [31 años] tuvo que lidiar, nada más y nada menos que con la presión artística que irradiaban en toda Europa Mozart y Beethoven que quierase o no contribuian a ensombrecer su obra en esos tiempos.
Pero Schubert no se hundió por la insistente presencia de la Música de los dos fenómenos antes citados y, con imaginación, supo adaptar su producción musical a formas musicales menos en uso en la época: véase su colección de 600 canciones (lieder) con acompañamiento de piano y letras de escritores notables que siguen sin ser superadas en la actualidad.
No obstante, es lógico que a veces tendría «bajones» de autoestima profesional y puede que por ello dijera en cierta ocasión:
«Yo también espero, en secreto, que saldrá algo bueno de mi. Y sin embargo, después de Beethoven, me pregunto realmente si queda algo por hacer.»
Tu humildad, estimado Franz, te engrandece, es una pena que no hayas podido conocer el éxito que hoy tienen la mayoría de tus obras en todos los escenarios del mundo pero, desgraciadamente, así de tacaña fue la vida contigo.
Por ello, a pesar de los pesares, sigues compartiendo historia musical junto a Mozart y Beethoven.
Si me permites, a título de ejemplo te sugiero que acompañes esta lectura con la audición de los Impromtus op. 90 interpretados por la recién retirada de los escenarios Maria JOAO PIRES, en YouTube están y te garantizo de que no te defraudaran.
Por algo dijo Igor Strawinsky:
“Se duerme uno con Schubert pero despierta en el Cielo.”
