Parece ser que durante todo el siglo XIX así como primeras decenas del XX, la crítica musical alcanzó, históricamente, los más grandes niveles de beligerancia contra los compositores de música. Ese desmedido afán de atacar a estos artistas traspasó incluso la frontera de lo profesional para adentrarse en el ataque visceral al compositor como persona, haciéndose menciones en los periódicos a los defectos físicos que pudieran tener en sus cuerpos aquellos que se dedicaban a la creación musical.
Hoy, podemos celebrar la superación de estos acontecimientos que denotan, además de una gran deficiencia cultural, un gran miedo a lo desconocido, no obstante, como muestra de una evidencia gratamente superada, os traigo la ingeniosa y humorística respuesta que el compositor MAX REGER (1873-1916) dispensó por escrito al crítico de la época Rudolf Louis:
Escribió REGER: «Estoy sentado en el cuarto más pequeño de mi casa. Tengo su crítica delante de mí. Dentro de un momento estará detrás de mí.»
Os dejo con una instantánea de MAX REGER al tiempo que sugiero a los que quieran conocer su música que entren en youtube y escuchen sus Variaciones y Fuga sobre un tema de la sonata K 331 de Mozart interpretada por la Filarmónica de Berlín con Karl Böhm en la dirección.
Otoño 2017.