A los 23 años, Robert Schumann (1810-1856) uno de los más ilustres representantes del Romanticismo musical, sufrió un cuadro depresivo de considerable magnitud.
Pero antes, había perdido el uso de uno de sus dedos de la mano a causa de haberse auto practicado una intervención quirúrgica con el fin de separarse los dedos medio y anular para mejorar el rendimiento de su técnica pianística. Y, el asunto fue tan grave que se vio obligado a abandonar la interpretación en el piano y dedicarse por entero a la composición musical, que dicho sea de paso, para una vida tan corta (46 años) fue muy cuantiosa.
Podría la depresión al principio citada ser una secuela de esta inoportuna intervención en sus dedos?.
Este breve apunte histórico, referido a este singular símbolo del Romanticismo musical, pone de manifiesto que ya, a mediados del siglo XIX, la técnica instrumental comenzaba a cobrarse víctimas iniciando una carrera sin fin hasta nuestros días.
Finalizo, en su Adagio expresivo (tercer movimiento) de su segunda sinfonía pueden encontrar una de las páginas más bellas y románticas de toda su música.
La foto en blanco y negro corresponde lógicamente a Robert Schumann.
Otoño 2017.