Posiblemente, cuando en 1917 Don Manuel de Falla (Cádiz 1876-Argentina 1946) decidió dejar constancia escrita del asunto que hoy me ocupa en su prólogo a la Enciclopedia abreviada de Joaquín Turina, Madrid 1917, es evidente que por aquella época la discusión ya estaba servida.
Cien años después, en muchas ocasiones, sigo escuchando la misma letra de la canción que en sus tiempos escuchaba Don Manuel:
«no comprendo la música»
Quienes esto argumentan, se refieren a la llamada «música clásica» y me resulta paradójico, habiéndolo comprobado personalmente, que estas mismas personas que así se expresan, cuando van al cine por citar un ejemplo, y visionan una película cuya banda sonora incorpora temas «musicales clásicos», salen diciendo:
«que música más bella le han puesto a la película»
Sobre este asunto que a medida que pasa el tiempo me resulta más incongruente, vislumbro algunas explicaciones:
una deficiente sensibilidad para la música en general; una pereza generalizada hacia esa predisposición necesaria para escuchar una música que nos exige una atención más allá de la necesaria para oír la «música ligera»; una carencia de hábitos de escucha cultivada a edades tempranas ligada a una deficiente educación para la cultura que se debió inculcar en la familia y escuela. Y, puede que vosotros tengan alguna explicación más agradeciéndoles de ante mano si me la hacen llegar.
Pues, Don Manuel, en su prólogo antes citado, bajo mi punto de vista, lo dejó bien clarito:
«Error funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música no se hace, ni debe hacerse, para que se comprenda, sino para que se sienta. Creo que el arte se aprende, pero no se enseña.»
Y tu, qué opinas?.
Mientras tanto, te dejo con este recuerdo del ilustre músico andaluz y si me lo permites te sugiero escuchar alguna de sus célebres obras.
Otoño 2017.