«Con pasión y fuerte voluntad casi todo es posible en la vida.» (Anónimo)
En algunos grandes artistas, del género que sea, puede resultar interesante el relato de ciertas anécdotas, porque ayudan a ilustrar de forma más clara los aspectos más angulosos de sus personalidades. Hoy, nuevamente, me quiero referir al maestro Karajan, y en este sentido de algunas de sus anécdotas se desprenden valores como: determinación, capacidad de maniobra y laboriosidad, todo ello unido a una gran confianza en sí mismo y a una enorme capacidad de trabajo que conforman una voluntad de hierro.
Le gustaba a Karajan la conducción de todo tipo de vehículos pero sobretodo los que adquirían mucha velocidad. Conducía avionetas y aviones de menor tamaño pero, se le metió en la cabeza conducir su nuevo jet.
Aprovechó en 1955 su primera gira a los EEUU con la Filarmónica de Berlín para hacer un curso acelerado que le diera el título de este tipo de aviones y contactó con Chapin (piloto durante la 2ª guerra mundial) que se ofreció a las pretensiones del maestro.
En las prácticas, Karajan estaba demasiado pendiente del tablero de mandos del aparato. Chapin le sugirió en tono autoritario que tenía que mirar también durante el aterrizaje a todo su entorno porque él no había sobrevivido a la guerra para que lo estrellaran en las prácticas. En una segunda clase, Karajan aterrizó perfectamente, dio las gracias a su profe y dijo: «tendría que escribir cien veces: debo mirar a mi alrededor mientras vuelo».
Aquella misma noche, en el teatro, antes del concierto, entregó a Chapin un sobre cerrado. Contenía varios folios con esa frase escrita cien veces.
Te dejo con esta foto, no tan seria como sus últimas y con la sugerencia de que después de leer este post, escuches en Youtube GRIEG- Holberg Suite, Op. 40 con la Filarmónica de Berlín y la dirección del Maestro. El enlace es: https://youtu.be/OPFxFO4NG1E, si lo haces, no te arrepentirás.
José Manuel Macias Romero
Primavera 2018.