«La auténtica obra de arte, del arte que sea, es imperecedera.» (Anónimo)
La joya sonora barroca que en el presente post me ocupa, fue creada expresamente por su autor JUAN SEBASTIAN BACH para mitigar un problema del que pocos humanos estamos libres: el insomnio.
Y, fue tan efectiva esta ya incipiente musicoterapia del siglo XVIII, que su peticionario recompensó al compositor con tal cantidad de dinero y oro que BACH jamás pudo imaginar.
Tampoco yo, podía imaginar sus benefactores efectos anti-insomnio; tuve la ocasión de comprobarlo hace 5 años cuando a consecuencia de sufrir un agudo síndrome lumbocíatico, quedé preso de un insomnio pertinaz que combatía con notoria eficacia con las VARIACIONES GOLDBERG del maestro BACH.
Sacarle a un aria todo el jugo posible en forma de 30 variaciones musicales es algo reservado exclusivamente a los grandes talentos de la humanidad, a esos que siempre serán imperecederos y por ello decía PAU CASALS al referirse a BACH:
«Tal es BACH, el momento más alto y el más puro de la música de todos los tiempos.»
Finalizo dando la oportunidad, a quienes no la conozcan, de estimar la belleza del aria que inspiró toda la obra y por qué no, recordarte que si en algún momento de tu vida eres presa del fastidioso insomnio, acudas a estas VARIACIONES GOLDBERG de BACH y puede, que sin ningún tipo de contradicciones, encuentres remedio a tu insomnio.
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