En ocasiones, la Historia de la Música, nos regala coincidencias que, por su escasa ocurrencia, merece la pena señalar. El tridente pianístico que hoy me ocupa es un digno caso a resaltar.
Buenos Aires (Argentina), ciudad musical por excelencia, es el origen de todo ya que los miembros del tridente son hijos de la ciudad:
Marta Argerich (5 de junio 1941), Bruno Leonardo Gelber (19 de marzo 1941) y Daniel Barenboim (15 de noviembre 1942).
Recientemente, en una de mis frecuentes lecturas literarias-musicales me encontré con la siguiente reflexión de GOETHE:
«Todo lo que es perfecto en su especie debe trascender de su especie, debe ser otra cosa, algo incomparable. En muchos tonos, el ruiseñor sigue siendo pájaro, pero luego, se eleva por encima de su categoría, como si quisiera demostrar a todas las aves lo que es realmente cantar .»
Si, el poeta-novelista y dramaturgo alemán viviera, seguro que coincidiríamos en aplicar su reflexión artística a este tridente del piano porque estos tres argentinos han trascendido de su especie, son otra cosa y algo incomparable que cuando dicen a cantar manipulando las teclas blancas y negras no tienen parangón.
Humildemente creo, que este caso no se repetirá por: ser contemporáneos que además viven en la actualidad, los tres nacidos en la misma localidad y los tres han trascendido la excelencia musical algo al alcance de muy pocos.
Finalizo con este pequeño recuerdo del canto del ruiseñor en homenaje a estas estrellas vivas del piano.
José Manuel Macias Romero
Invierno 2019