TIEMPOS NUEVOS COMPORTAMIENTOS NUEVOS,EN MÚSICA TAMBIÉN.

Portada de Farkas

 

Hace algún tiempo, siglo XVIII, los aficionados a la música comenzaron a tener la oportunidad de disfrutarla en directo, acudiendo a las escasas salas que, a tal fin, se comenzaron a destinar a ello. De esta forma, ya no era necesario acudir a una iglesia o a un palacio al que difícilmente te dejaban entrar si no eras invitado.

Ese público de la época, mostraba tanto interés y se entregaba tanto a la interpretación que, cuando cualquier melodía o momento les tocaba el corazón, irrumpían en aplausos sin esperar a la terminación de la obra o a los movimientos de la misma. El director de turno que en ocasiones coincidía con ser el  compositor de las obras, accedía de buen agrado a estas manifestaciones del público totalmente sentidas y espontáneas, detenía la interpretación y la reanudaba cuando volvía el silencio.

Evidentemente, aquel público dedicaba a la audición una concentración intensa que facilitaba las manifestaciones antes descritas.

Refiriéndose a los nuevos tiempos, decía hace unos días un admirado pianista: «cuando penetro en el escenario dispuesto a interpretar, veo multitud de pantallas encendidas de móviles, tabletas e incluso ordenadores portátiles.» Este comportamiento del público, constatado por todos los que acudimos a los conciertos en estos nuevos tiempos es un lastre para gozar de un concierto de forma adecuada a las exigencias de una música que requiere mucha más atención que la que podamos escuchar en la ducha o antes de la consulta con el dentista.

Caemos en una profunda contradicción cuando gastamos dinero en un evento musical para, en definitiva, estar más pendientes de las nuevas tecnologías que de la música que sale del escenario al tiempo que provocamos un desaire a los intérpretes y al compositor de turno.

Por ello, si tuviera que elegir público preferiría a los del siglo XVIII por su coherencia con el arte musical.

Si tienes la paciencia para ver y escuchar la 1ª sinfonía de Brahms que incluyo, no te apetecería aplaudir al solista de trompa alpina que al final del último movimiento hace un solo impresionante?. Si, todos lo hiciéramos en directo, qué regalo le haríamos a ese músico!.

 

 

 

José Manuel Macias Romero

Verano 2019.

 

 

 

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