¡Es tan hermosa la vida, poder vivirla mil veces! pero no una vida tranquila, siento que no estoy hecho para eso.» (L. van Beethoven)
El 16 de diciembre próximo terminarán todos los actos que durante 2020 conmemorarán el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven.
En otras ocasiones y con motivo de similares acontecimientos (ya sean fechas de: nacimientos o muertes) me he manifestado sobre este tipo de celebraciones.
Lo más positivo para mi, las oportunidades que abren para que muchas personas se acerquen a la vida y obra de los personajes que se homenajean. El resto, mercadotecnia cultural en busca de ventas para engrosar arcas.
He preferido iniciar con foto y cita del alemán porque la misma pone de manifiesto su enorme talla humana ya que la productiva-artística seguro que es más conocida de todos. En esta misma línea, si se me pidiera qué hacer durante esta larga conmemoración (cosa que no sucederá), le daría este consejo: lea detenidamente el documento suscrito de su puño y letra titulado «Testamento de Heiligenstadt». Seguro que esta lectura le será mucho más útil si quiere saber de su perfil humano que cualquier biografía por rigurosa que pueda ser y que siempre vendrá marcada por subjetividades obligadas.
Este documento lo puede obtener en internet con suma facilidad y es corto.
En cuanto al conocimiento de su ingente obra artística en las diversas plataformas digitales encontrará una amplia gama para profundizar en su acercamiento y sin coste alguno.
Termino, como a la música en directo no llega nada, tendrá la oportunidad entre tanto evento beethoveniano de asistir a alguno y espero tenga suerte en su elección para que comience o aumente su «enganche» a este gran genio que ha marcado la música de todos los tiempos.
Invierno 2020.