«Considerar el valor de la suerte en la vida puede abrir las puertas para la humildad»
(MICHAEL J SANDEL)
La frase del exitoso filósofo de origen judío SANDEL, me brinda la oportunidad de abordar un tema que hace años percibo en mis relaciones con el mundo musical y que jamás afronté.
Evidente que su razonamiento puede aplicarse a cualquier profesión de las muchas que nos ofrece la vida, pero, centrado este blog en la Música, es a sus profesionales a los que haré alusión.
He sido muy afortunado al poder cultivar la afición a la Música además con cierto grado de conocimiento directo de muchos de sus profesionales.
Entre estos profesionales, me he encontrado con personas del más alto nivel profesional así como con otras que modestamente hacen todo lo que pueden en una banda de pueblo.
Y, repensando mis relaciones con los músicos, creo que es una profesión que debiera gozar de más humildad.
Aunque pueda parecer paradójico, he encontrado más naturalidad y humildad entre los llamados «divos» que en el resto de la escala y hacia abajo.
A falta de una explicación más autorizada, seguro que la habrá, puede que, siguiendo el hilo de SANDEL, sean los músicos «talentosos» más proclives a considerar el valor del fenómeno suerte en sus vidas; el resto, salvo excepciones, puede que no practique esta consideración cerrando por tanto las puertas a la humildad abriendo en su lugar las de la vanidad y el orgullo.
Es cierto que la humildad a secas no producirá excelencia artística pero, no es menos cierto que, si un artista además es humilde será mejor recibido por el público que le sostiene.
Así lo creo yo, de momento.
En la foto Michael J Sandel