«El saber moderado sienta bien a una dama, pero no la erudición. Una joven que gasta sus ojos leyendo merece que se rían de ella.»
(Moses Mendelssohn, filósofo)
Jamás podría imaginar este ilustre filósofo, autor de cita tan desafortunada, que la vida le daría una nieta músico con notable fama además como compositora: FANNY MENDELSSOHNN; autora de más de 400 piezas musicales que algunas se siguen interpretando más allá de lo testimonial.
Con frecuencia la sociedad se pregunta: ¿por qué no hay una mujer Mozart, Beethoven o Mahler?. Todos sabemos la respuesta: el hipersobrante machismo desde la prehistoria a hoy.
A pesar de que la sociedad machista privilegiara al hombre en asuntos musicales, la mujer, empleando las más inverosímiles sutilezas ha conseguido, a veces testimonialmente, ser reconocida por una sociedad que le niega sus derechos y libertades.
Muchas son las mujeres que entre los siglos XVII al XX han tenido que utilizar el nombre de un varón para que sus trabajos de composición fueran publicados.
Finalizando el siglo XX tuvieron lugar dos grandes escándalos con dos mujeres perjudicadas: (Anne Sophie Mutter -violinista- y la clarinetista Sabine Mayer) ambas habían sido admitidas en la Filarmónica de Berlín a instancias de su Director Karajan, pero tuvieron que pedir la cuenta y marcharse porque sus compañeros (todos varones) le hacían la vida totalmente imposible.
Y ahora, comenzamos a ver mujeres como directoras de orquestas pero, ¿sucedía esto tan sólo hace 20 años?
Nunca debemos olvidar que todo ARTE es privativo del ser humano pero sin etiquetas de sexos; seguro que el filósofo Moses Mendelssohn aprendió con su nieta esta importante lección de filosofía que en ocasiones nos regala la vida.
En la foto de cabecera, Anne Sophie Mutter (violinista) damnificada por los filarmónicos de Berlín en su día.