
Hoy, trataré un asunto que en los últimos años está siendo objeto de una acelerada actuación a causa de los efectos que la crisis económica provoca sobre la cultura; esa crisis que siempre, cuando llega, lo primero que hace es golpear a las diferentes ramas de la cultura y que una vez más actúa con el mismo patrón de conducta.
Tengo que referirme una vez más como modelo referencial por sus iniciativas novedosas a la ciudad de Berlín que con más de nueve orquestas es lógico que estén más preocupados que nadie.
La experiencia que citaré tuvo lugar en 2015 pero en lugar de en la sala Philharmonie (centro experimental de primer orden) y con su Filarmónica, sucedió en la veterana e histórica Konzerthaus actuando su propia Orquesta y su titular IVAN FISCHER.

Se trataba de involucrar a las gentes, aficionados o no, en las entrañas de la música con objeto de ampliar sus conocimientos sobre ella y, si fuera posible, ganar nuevos adeptos para la causa. Para ello se organizó una audición diferente de la quinta sinfonía de BEETHOVEN exenta de los formalismos protocolarios propios de los habituales conciertos que tenemos en mente, me explico:
El público estaba ubicado en la sala de forma aleatoria en sillas normales y no las tradicionales butacas en hileras, como si de una terapia de grupo se tratara; los músicos no vestían los tradicionales trajes o frac pero, si todos de color oscuro y se iban situando entre el público igualmente de manera aleatoria sin guardar la rigidez de familias musicales como es norma en los escenarios. Cualquier asistente, podía tener a su lado: a un flautista, violinista, trompetista, etc.
Pero, eso sí, el Director para ser visto por los dispersos músicos y oyentes, se encontraba en el centro geométrico de la sala subido en su podio.
La singular mezcla de oyentes y músicos, permitiría a la audiencia mejor dotada de oído musical, percibir la totalidad de la obra como un todo y por supuesto la melodía o acompañamiento que venía haciendo el instrumentista que estaba a su inmediato lado.Este ejercicio que permite distinguir las partes del todo, permite además observar como en un determinado momento un instrumento de la orquesta, aparentemente inofensivo, se convierte en la estrella de la composición, se hace dueño del dialogo musical mientras el resto, con su acompañamiento se convierten en agitadores o susurradores de su discurso.. Este novedoso experimento permitía además, que los asistentes interiorizaran el timbre peculiar y característico de los diferentes instrumentos de la orquesta así como la amplitud de sus sonidos desde las notas más graves a las agudas de sus correspondientes escalas.
El Director, en los espacios muertos entre movimiento y movimiento, explicaba a los asistentes las posibles motivaciones del compositor frente a su obra para que la misma fuese más asequible aún para el público.
Gracias a la comunicación no verbal, aseguro que la complacencia de la audiencia en este experimento no pudo ser más exitosa, la implicación de las gentes con su vecino músico en la sala fue de una estrechez tan intensa que han quedado marcados para siempre. Bromeando, puede que algunos invitaran aquella tarde a cenar a su músico vecino y nada me extrañaría que desde entonces, no puedan vivir sin la música y lo que es más importante, puede que con esta estrategia nazcan nuevos aficionados y mecenas para este viejo arte necesitado ahora de obtener recursos frescos para paliar, en lo posible, las retiradas de apoyos económicos que en toda Europa están llevando a cabo las administraciones con la música.
Es tan impactante recibir las sensaciones sonoras de los instrumentos que te envuelven, captar las diferentes gamas tímbricas de cada uno de ellos, experimentar como estos sonidos sirven para expresar sentimientos diversos: alegría, tristeza, burla, sarcasmo, odio, amor, desesperación, ternura, etc., que resulta una extraordinaria lección imposible de olvidarse. Si a todo añadimos las explicaciones del Director, históricas, sociales, musicales, etc., probablemente desearás asistir de inmediato a otro concierto.
Concluyo, una extraordinaria iniciativa que contribuye a un mejor conocimiento de la música aumentando además su afición. Practicar este tipo de estrategias, hoy que todas las músicas padecen un alto olvido económico para su gestión, es sin lugar a duda luchar por su existencia e independencia frente a cualquier tipo de administración.
Otoño 2022 recien comenzado.